6.9.1 Nominativo, genitivo, dativo y acusativo

Aunque no hay diferencias entre el español y el italiano en cuanto se refiere a aclarar la función de los objetos en la frase hay un par de nociones cuyo significado es útil de conocer.

Tanto el italiano como el español aclaran la relación entre los distintos objetos de la misma manera. Sea a través de preposiciónes, sea a través de la posición de los elementos en la frase. Mire estas dos frases.

Es la posición dentro de la frase que aclara la función:

a) El caballo ve el perro.
b) El perro ve el caballo.

En la frase a) el caballo es el sujeto de la frase y rige el verbo, lo que significa que si el sujeto está en plural, el verbo también tiene que estar en plural (Los caballos ven los perros). Es el caballo que realiza la acción y el perro es la meta de esta acción. En la frase b) es al revés. El perro ejecuta la acción y el caballo es la meta de la acción. En la frase a) el caballo es el sujeto, el perro el complemento directo o acusativo. En la frase b) es al revés. El perro es el sujeto y el caballo el complemento indirecto o acusativo. Vemos claramente que no hay ninguna diferencia en cuanto se refiere a la forma, en ambos casos es "el caballo" y "el perro". Únicamente por la posición sabemos quien es sujeto y realiza la acción y quien es complemento directo y meta de la acción. Esto le puede aparecer trivial, pero no lo es. A lo mejor usted ya ha tenido contacto con lenguas como el alemán, ruso, turco, árabe etc. y se ha dado cuenta que en estas lenguas el complemento directo se distingue en la forma del sujeto. Vamos a ver más tarde que es útil poder distinguir entre los distintos tipos de objetos. Aparte del complemento directo hay una cosa que se llama complemento indirecto o dativo. Tanto en italiano como en español el complemento indirecto está marcado por la preposición "a".

La mujer da una manzana al niño.

En esta frase la manzana es el complemento directo (acusativo) y el niño el complemento indirecto (dativo). En español, y en esto se distingue del italiano, hay un pequeño problema. Si el complemento directo es una persona también está marcado por la preposición "a", o sea en este caso no se distingue de un complemento indirecto. Miramos estas frases.

Veo la casa.
Veo a Juan.

Tanto la casa como Juan son complementos directos, pero Juan está marcado por una "a". Juan es un acusativo personal, una cosa que solo existe en español. Hasta ahora hemos tenido tres casos, o sea tres funciones distintas.

Sujeto o nominativo: Por el sujeto de la frase se pregunta con "quién".
Jaime cruza la calle.
¿Quién cruza la calle?
Jaime.

complemento directo o acusativo: Por el complemento directo se pregunta con "qué" (si no se trata de una persona.)
Compra un libro.
¿Qué compra?
Un libro.

complemento directo o dativo: Por el complemento indirecto se pregunta con "a quién".
Ha escrito una carta a María.
¿A quién ha escrito una carta?
A María.

Como vemos fácilmente en español se usa el mismo pronombre interrogativo tanto para preguntar por un acusativo personal que por un complemento indirecto.

complemento indirecto: Regala un coche a su hijo. => ¿A quién regala un coche? => A su hijo.
acusativo personal: Hemos visto a tu madre. => ¿A quién habéis visto? => A tu madre.

En italiano un complemento directo nunca está marcado por la preposición "a". Ni como parte de un pronombre interrogativo, ni como objeto.

Nos falta una función: El genitivo. Pero este es el menos problemático de todos, está marcado por la preposición "de", tanto en español como en italiano.

La puerta de la casa.

¿Por qué es útil saber todo esto? Primeramente porque tanto el italiano como el español conocen formas propias para el complemento directo y el complemento indirecto cuando estos son sustituidos por un pronombre.

complemento directo:
Veo la casa.
La veo.

complemento indirecto:
Regaló toda su fortuna a esta institución.
Le regaló toda su fortuna.

Es necesario conocer la función de un pronombre dentro de la frase para eligir el pronombre que corresponde.

De otra parte hay lenguas, y son la mayoría, que tienen una forma propia para el complemento directo y el complemento indirecto incluso cuando estos son sustantivos. Si no se reconoce la función de un objeto dentro de la frase no se puede aprender estas lenguas.



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